Tengo que aceptar que volver a Colombia no ha sido difícil, no todavía. A diferencia de las otras dos veces que viví en el exterior y regresé, esta vez sabía lo que encontraría. Llegué sin expectativas de las cosas buenas y entendí que lo “malo” de lo que alguna vez hui seguiría ahí.
No volví a Bogotá sino a mí mismo.
Como lo menciona Gaby en su artículo, las creencias más comunes que tiene el viajero al volver son que en su hogar no sucede nada nuevo, que nadie es como él/ella, que nadie lo/la entiende, que solo hay limitaciones y/o que no se puede ser libre.
Sin embargo, cuando uno comprende que todo eso son barreras mentales y que uno es el que decide cómo ver y responder ante las cosas, la re-adaptación fluye más naturalmente.
Y no es que a uno no le emputen los trancones, no le entristezca la desigualdad o no le de miedo la inseguridad. Uno es ser humano y siente todo eso. Uno compara y sé da cuenta que el lugar al que llegó no es perfecto, tal y como todos los demás sitios.
Pero se trata de enfocarse en lo que uno ha ganado y disfrutar las cosas por las que uno ha regresado. En mi caso un descanso, recuperación de semejante viaje, compartir con mi familia y amigos, al igual que emprender algo colectivo.
Coma rico, reúnase con los suyos, salga al parque y haga las demás cosas que planeó.
Volver es un proceso infinito de redescubrimiento y aceptación tanto de lo positivo como de lo negativo. Ambas caras forman un todo por lo que si evitamos lo uno, evitaremos lo otro.
Entonces, en lugar de pensar en lo que no es, enfrente lo que es, disfrute las cosas que puede y, para lo que no le guste, mejore lo que está a su alcance.
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Algunas frases que encontré por ahí y pueden responder al título de este artículo:
“Una vez confrontas la aleatoriedad del universo, la única opción es encontrar importancia en las cosas que están al frente tuyo. Familia, amigos y hacer las cosas que disfrutas son más importantes que cualquier pregunta existencial sin respuesta. […]Así, la única cosa más miedosa de no existir o no saber por qué existes es existir y no tener con quien compartir” – Will Schoder
“Una de las mejores lecciones que puedes tener de tu experiencia en el extranjero es darte cuenta que lo que hagas en casa tiene un impacto en el mundo. Usa esa experiencia para educar a tus amigos, participa de un grupo local o empieza tu propia organización para enfocarte en los problemas que son importantes para ti” – Forbes
“La pregunta que me hago ya no es si algún día volveré a sentirme como en casa, ese sentimiento de saber que pertenezco a un lugar sobre todos los demás. Ahora me pregunto cómo puedo sentirme en casa donde estoy en este preciso momento, en este lugar con estas experiencias; cada momento encontrando mi camino a casa” – Corey Heller
Saludos!
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